lunes, 28 de diciembre de 2015

El convento de Ocopa en el Congreso de la República

Homenaje por los 290 años del convento Santa Rosa de Ocopa

Congreso de la República (22-10-2015)

Fr. Jorge Cajo Rodríguez, recibe la placa conmemorativa por parte de
Mons. Lino Panizza, Gran Canciller de la Universidad Sedes sapientiae
 
 PAZ y BIEN
Me es grato dirigirme a todos Ustedes, en el presente homenaje que se realiza al convento de Santa Rosa de Ocopa, en sus 290 años de su fundación, ducentésimo nonagésimo aniversario, en un momento tan importante para nuestra historia de la iglesia presente, tanto universal como nacional, en el año de la celebración jubilar de la vida consagrada.

El Convento de Santa Rosa de Ocopa fue fundado por Fr. Francisco Jiménez de San José, el 19 de abril  de 1725, y ha sido, desde su fundación, el lugar donde se formaron y se forjaron santos y grandes misioneros bajo el lema: “la religión, la ciencia y el trabajo constituyen el progreso y la felicidad de los pueblos”. Sin olvidar que su consagración estaba cimentada en la regla y vida de san Francisco de Asís: “guardar (vivir) el santo Evangelio de nuestro Señor Jesucristo, viviendo en obediencia, sin nada propio y en castidad” (RB, 1,1), estamos convencidos que su consagración condujo a todos los religiosos misioneros franciscanos a esa entrega tan ardua y profunda en nuestra Amazonía.
Tengo el temor de quedarme sólo en hacer una memoria de la grandeza de Ocopa, de sus frailes que moraron en tan celebérrimo convento y quizás caer en la incoherencia que el mismo San Francisco observaba: “es grandemente vergonzoso para nosotros (…) que los santos hicieron las obras, y nosotros, con narrarlas, queremos recibir gloria y honor” (Adm 6,3), y realmente parece que esto fuera el motivo por el cual hoy estamos reunidos, porque recibimos un homenaje a OCOPA, a su historia y a su grandeza, y es por eso, nosotros los actuales moradores seamos los beneficiados, los que disfrutamos las glorias y honores de los religiosos que entregaron sus vidas, como fueron nuestros mártires, y de aquellos que sin inmolarla entregaron su formación y sapiencia, sus esfuerzos y trabajos por hacer de los hombres y mujeres que evangelizaron y culturizaron en llevar una vida digna.

Sin embargo, la historia de Ocopa no es patrimonio particularmente de los religiosos misioneros franciscanos, sino que ella es universal, es parte de nuestra propia cultura nacional, de ahí que su monumental estructura haya sido declarada hace más de medio siglo, como Monumento Histórico Nacional en 1955, y que uno de los historiadores más relevantes de nuestro Perú, Raúl Porras Barrenechea afirme que Ocopa es “foco perenne de peruanidad y de luz evangélica”, las obras desplegadas por sus misioneros le dan la razón, a propósito, un autor franciscano el P. B. Idoyaga, en 1925, escribía que Ocopa “ha contribuido a la pacifica adquisición de una tercera parte del territorio nacional”; e igualmente “ha contribuido a la ciencia, la geografía y la historia del país”.
De este modo, este acto es significado porque permite reivindicarnos con los franciscanos y las misiones de Ocopa, y con ello con la gran obra evangelizadora que a partir de este cenobio se ha realizado, porque fueron ellos quienes se internaron en la selva virgen, y llevaron el evangelio y la cultura, y a través de diarios, mapas e informes la dieron a conocer; fueron ellos quienes abrieron todas las rutas que hasta ahora son utilizadas para comunicarnos con estas regiones, incluso fueron quienes la dieron a conocer al mundo científico.

Fr. Jorge Cajo Rodríguez, Ofm
Mons. Pedro Barreto Jimeno
 P. Provincial, Padre Mauro Vallejo
 
Para la historia de la geografía y del país son importantes:
           El Padre Amich quien en su tiempo recibió el apelativo “matemático perfecto”, es para muchos autores, el iniciador de la cartografía ocopina, sus conocimientos de navegación náutica le permitió preparar los datos más precisos y realizar los primeros mapas, que más tarde tanto como Sobreviela y Girbal publicarían con algunas correcciones. Antonio Raimondi manifiesta que: “el Padre Amich, es digno de ser recordado aquí por ser el autor del Compendio histórico de las misiones, al cual se debe que hayan visto la luz pública tantas importantes noticias sobre la geografía de la región Oriental del Perú que en el país llaman Montaña”.

Importante también fue el Padre Alonso Abad, ya que fue su famosa exploración realizada en 1757, que partió del Cucheros, y siguió el curso del río Tulumayo encontrándose al final con una “abra” o “boquerón” que conducía  a las Pampas del Sacramento. Dicha expedición fue registrada en su diario entre los días 4 al 25 de mayo. Esta información fue de gran importancia en los días del diseño y ejecución de la carretera que lleva a Pucallpa, se buscaba un paso, una rotura en los Andes boscoso para llegar a las Pampas y alcanzar el Ucayali; así, fue que el Ing. Federico Basadre, Director de Caminos y Ferrocarriles, de aquel entonces, redescubrieron el famoso “Boquerón de Abad” siguiendo de cerca la descripción del viaje mencionado.
          El Padre Pedro Gonzáles Agüero es destacado como “escritor y geógrafo, autor de los mapas de la costa peruana y chilena, de las misiones de Ocopa, del Obispado de Huamanga, de Chiloé, etc”. Además estuvo empeñado en civilizar las márgenes del Apurímac y el Mantaro. Porque el campo de la misión de los frailes ocopinos abarcó territorios que en la actualidad pertenecen a otras hermanas republicas: Colombia, Ecuador, Chile, Bolivia, especialmente después de la expulsión de los jesuitas de todos los territorios de España y sus colonias (1767).

El Padre Francisco Álvarez no sólo es importante por su labor misionera  e histórica, sino que hace observaciones de los reinos animal, vegetal y mineral y promueve el comercio y la industria en la selva peruana.
          Sobre Manuel Sobreviela el padre Bernardino Izaguirre escribió: “los hechos que más glorificaron su nombre fueron sus proyectos y programas de colonización, la apertura de caminos, sus artículos en el Mercurio Peruano, publicación a cuyo renombre contribuyó eficazmente y por último el mapa del Oriente, que trabajó con los mayores cuidados que pudo y que produjo tan grata impresión en los hombres de saber dentro y fuera del Perú”.

Su fama trasciende los claustros del convento de Ocopa, el mismo Raimondi escribió: “Lo que hace al P. Sobreviela, más acreedor a la consideración de los geógrafos, es el mapa que hizo de la región de la Montaña, que lleva por título: “Plan del curso de los ríos Huallaga y Ucayali, y de la Pampa del Sacramento”. Dicho mapa fue publicado por vez primera en octubre de 1791 en el Mercurio Peruano. El mérito del Mapa, es que fue grabado en Lima, según los editores del Mercurio Peruano el primero, y según Porras Barrenechea de los primeros que se grabaron en el Perú.
          En tiempos que el convento fue clausurado por S. Bolívar, aparece la figura del Padre Manuel Plaza, quien heroicamente se mantuvo en la Selva teniendo como centro de sus operaciones, Sarayacu, con la esperanza que Ocopa sea restaurado. Esto le ha valido para que José De la Riva Agüero a calificar su acción titánica que con “su solitario heroísmo conservó para el Perú y la catolicidad la magnifica cuenca del Ucayali”. Labor realizada desde 1824 hasta 1840.

A finales del siglo XIX aparece la figura del famoso explorador y cartógrafo padre Gabriel Sala quien en 1887 realizó una expedición por el Pozuzo y el Mayro, a su regreso recorre el Ucayali y el Pachitea y exploran el Pichis, Pachitea, Alto Ucayali. Con sus aportes el Gobierno decidió la apertura del camino central del Pichis. También es importante su expedición de 1896, acompañado del P. Juan B. Aguirre, exploró el Pichis, Pachitea, Alto Ucayali y Gran Pajonal, el diario de tal expedición fue publicada al año siguiente, por el supremo Gobierno.  Sus conocimientos geográficos le permitió pertenecer a la Sociedad Geográfica de Lima.

La lista de los grandes misioneros no termina: mencionaremos además: a Mons. Francisco Irazola; al Padre Fr. Manuel Navarro, al Padre Agustín Alemany, a Fr. Antonio Rojas, al Padre Teodorico Castillo, y a los siervos de Dios Mons. Alfonso de la Cruz Sardinas y Padre Pío SArobe, y nuestro recordado Cardenal Juan Landázuri Ricketts.
No hay que olividar que los frailes compusieron gramáticas, vocabularios y diccionarios de las lenguas nativas que les permitió por un lado comunicarse y enseñar la doctrina cristiana de forma más directa, además les permitió culturizar a partir de la constitución de las escuelas. Ya Luis Jerónimo de Oré había acuñado que un “pueblo sin escuela es un pueblo sin alma”.
Gracias. Por su atención prestada.

Fr. Jorge Cajo Rodríguez, Ofm.

2 comentarios:

  1. Un dato curioso y anecdótico. En la época en que me tocó ser guía de turistas en el convento de Ocopa, cuando pasábamos a visitar la biblioteca, cuya foto vemos en esta página, la gente se quedaba pasmada. Más de uno me llegó a preguntar: "cual es el libro que vale un millón de dólares"?. Pregunta que hasta el día de hoy no he podido contestar.

    ResponderBorrar
  2. Casino 2021 - Mapyro
    View the maps 군포 출장마사지 and find the best casino in 동해 출장마사지 St. 충청남도 출장샵 Louis 성남 출장안마 near me. Casino. 1 Broadway, St. Louis, 거제 출장마사지 MO 78641. Directions.

    ResponderBorrar